Saariselkä

¿Quién no ha soñado alguna vez con ir a ver a Papá Noel?

Devolverle la visita a ese entrañable anciano regordete y bonachón que tantas alegrías no da y descubrir dónde vive, cómo es su casa y cómo transcurre su día a día.

El problema es que, cuando algo despierta tanta ilusión, es fácil creer que hay que pagar verdaderas fortunas para poder vivirlo… pero no tiene por qué ser así. Por eso quiero contarte algunos trucos y consejos de experta que me ayudaron a organizar un viaje inolvidable a la Laponia finlandesa en familia sin dejarnos un riñón.

Aunque Rovaniemi es el lugar más famoso para visitar a Papá Noel, nosotros buscábamos algo diferente: un destino más auténtico, más natural y sin aglomeraciones. Por eso elegimos Saariselkä.

Saariselkä es un pequeño pueblo finlandés de unos 400 habitantes rodeado de bosques y situado unos 250 km al norte del Círculo Polar Ártico, lo que nos aseguraba la nieve en las fechas de nuestra visita y nos facilitaba la posibilidad de ver auroras boreales mucho más

Mucha gente cree que solo se puede conocer a Papá Noel en Navidad, pero...¡Que vá! Al revés, es mejor visitarle en otro momento.

Nosotros fuimos a finales de marzo y fue un acierto total: más horas de luz para poder disfrutar de las actividades al aire libre, menos frío que en diciembre/enero pero mucha nieve todavía en Saariselkä y un Papá Noel mucho más relajado y atento que en plena temporada alta. Todo fue más fácil y, sobre todo, más especial.

Compartir alojamiento en Saariselkä es clave para conseguir que este viaje sea mucho más asequible.

Nosotros éramos ocho (mis herman@s, mi marido, l@s niñ@s y yo) y elegir una casita de madera con cocina nos permitió preparar nuestras propias comidas y compartir muchos más momentos de risas y locuras sin tener gastos añadidos de restaurantes o bares donde tomar algo para entrar en calor. Así que es el viaje perfecto para hacer en grupo.

¿Te imaginas llegar a Laponia y descubrir que no puedes montar en motos de nieve, pescar en el hielo o que Papá Noel está de vacaciones? Un drama total...

Para evitarlo, es fundamental estudiar con tiempo las empresas y actividades disponibles y reservar tus favoritas cuanto antes. Además, muchas empresas locales ofrecen descuentos si contratas varios planes con ellas y te dejan ropa térmica extra (un mono entero sobre tu ropa) durante la estancia para estar más resguardad@ del frío. También hay actividades que puedes hacer por libre sin tener que contratar nada con nadie. Por ejemplo, nosotros nos tiramos varias veces de forma gratuita por Pulkkamäki, la pista de trineo más larga de Finlandia y lo pasamos genial ¡fue divertidísimo! (Ahora creo que ya es de pago).

Pocos saben que la verdadera casa de Papá Noel no está en Rovaniemi, sino en medio de los bosques de Saariselkä, donde se escapa para descansar en cuanto puede. ¡Y allí que fuimos nosotr@s!

Quedamos con una de sus elfas, que nos guió y acompañó por un sendero precioso cubierto de nieve recién caída mientras nos explicaba todo lo que íbamos viendo (en inglés). Por el camino visitamos el taller de los elfos, acariciamos a sus animales de compañía, dimos de comer a Rudolf y a los demás renos y hasta probamos una bebida caliente de bayas del bosque.

Pero lo mejor llegó cuando Papá Noel abrió la puerta de su casita roja y nos invitó a pasar. Tenía la chimenea encendida, su mecedora junto a la ventana y cientos de cartas de niños de todo el mundo. Charló con nosotros, entregó regalitos a los niñ@s y se hizo fotos con todos.

¡Una visita imposible de vivir en un lugar masificado!

El aeropuerto más cercano a Saariselkä es el de Ivalo, pequeño pero con varias empresas de alquiler de coches.

Las carreteras suelen estar bien despejadas de nieve pero conviene ir con mucha precaución, especialmente en calles menos transitadas donde puede haber placas de hielo. La buena noticia es que no hay casi tráfico así que puedes conducir despacito y sin prisas.

Nosotros alquilamos una furgoneta donde entrábamos los 8 lo que nos facilitó muchísimo los traslados y nos dio mucha más libertad. La usamos principalmente para ir y volver al aeropuerto y por las noches, cuando intentábamos ver auroras boreales en Kaunispää, un lugar muy cerca del pueblo perfecto por su ubicación y escasa contaminación lumínica. 

Organizar por libre un viaje a Laponia puede ahorrarte mucho dinero pero también puede convertirse en un gran quebradero de cabeza. Por eso, es importante estudiar bien el destino, tener claras las experiencias que realmente quieres vivir y conocer estos truquillos para evitar que el presupuesto se dispare sin necesidad.

Y, si pasas de complicarte y quieres que te prepare una ruta perfecta para tu grupo, ajustada a lo que buscas y a tu bolsillo, escríbeme a Mi tiempo en tu maleta  y verás cómo tu viaje a Laponia puede estar mucho más cerca de lo que imaginas.