La exclusiva de Pinzón

Mucho se ha hablado de quién descubrió América realmente: si fueron los chinos, los vikingos, los galeses, los africanos,... Pero la realidad, es que los únicos que volvieron con la primicia de que existía un Nuevo Mundo fuimos nosotros!!! 

Supongo que Colón querría ser el que diera la exclusiva pero una gran tormenta hizo que Pinzón se le adelantara unos días llegando en la Carabela La Pinta a Baiona (Pontevedra) el 1 de marzo de 1493. De esta manera, Baiona pasó a la historia como el primer lugar de Europa en conocer la noticia y lo celebran cada primer fin de semana de marzo con una recreación de aquella arribada que hizo cambiar el mundo y que este 2020 cumple su 527 aniversario.

Rumbo a la Baiona de 1493, podremos ser testigos del PRESAGIO, momento en el cual el druida Haemus predice la llegada de un navío con buenas nuevas o presenciar LA ARRIBADA DEL DESCUBRIMIENTO en el mismo escenario donde tuvo lugar hace 5 siglos: La Playa de la Riveira.

Toda la villa se vuelca en esta fiesta medieval. Tal vez por eso, por su labor divulgativa y por el rigor histórico que intenta tener, se declaró en 2015  Fiesta de Interés Turístico Internacional.

Seguro que se puede seguir mejorando en accesibilidad y sostenibilidad pero ya tienen buenas iniciativas como habilitar un aparcamiento con 10000 plazas en el parque empresarial de Porto de Molle (Nigrán), desde donde salen unas lanzaderas gratuitas a Baiona centro cada media hora. También, para facilitar la circulación de los peatones por las principales calles del casco histórico, se marca un sentido único de marcha. ¡Y eso no es todo! Porque también trabajan por hacer una fiesta más inclusiva, interpretando las representaciones teatrales en lenguaje de signos. 

¿Y qué queréis que os diga? 

Que aunque la Edad Media no fue muy ejemplar, una fiesta medieval sí que nos da la oportunidad de admirar bellos oficios de antaño con serio peligro de desaparecer. Acércate a alguno de los artesanos que aman su trabajo y pregúntales su historia. Seguro que muchos de ellos aprendieron lo que hacen de sus abuelos y empezaréis a dar mucho más valor a esas piezas de forja, de mimbre, de arcilla, de madera o de cuero que elaboran con sus propias manos.

Además, este mercado medieval tiene un ambiente marinero, una brisa salada, una gastronomía que lo hace diferente a todos los que he visto por ahora.

Los cañones de la fortaleza llaman cada mañana a juglares, mercaderes, caballeros y visitantes a llenar la villa de vida: esgrima, tiro con arco, duelos, actuaciones circenses, conferencias históricas. Y toda una serie de actividades medievales para que niños y niñas disfruten: Además de lo típico, a mí me ha llamado la atención “el Desafío Medieval”, que es un parque de aventuras con rocódromo, descenso en tirolina y rappel por la muralla de la fortaleza, los obradoiros infantiles como el de escritura gótica o  acuñado de monedas y por supuesto el desfile del dragón Otto y cuatro enormes aves medievales que destacan por su tamaño y realismo.

En cuanto esté la programación exacta para este 2020 la pondré aquí pero yo me voy a adelantar y, aprovechando que en Madrid no hay cole el 28 de febrero, haré mi arribada particular a Baiona y a su fiesta y...¡¡¡ volveré para contarlo!!! ;-)

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